Estrategia de sostenibilidad de la cadena de suministro
Volver a la página de GlosarioSe está asumiendo una transición considerable a escala mundial hacia cadenas de suministro más sostenibles como consecuencia de normativas más estrictas, las crecientes expectativas de los consumidores y la importante presión de los inversores. Un informe reciente de la Purdue University señala que «más del 90 % de las empresas del S&P 500 publican ahora algún tipo de informe sobre cuestiones medioambientales, sociales y de gobernanza», lo que pone de relieve la mayor prioridad que las empresas atribuyen a las prácticas ESG y a la transparencia.
Al mismo tiempo, los gobiernos y los organismos internacionales están imponiendo normativas medioambientales más estrictas y exigiendo una mayor supervisión de la responsabilidad social. La directiva sobre diligencia debida de las empresas en materia de sostenibilidad (CSDDD) de la UE y la Ley alemana sobre la diligencia debida en la cadena de suministro (LkSG) obligan legalmente a las empresas a supervisar las emisiones, el uso de los recursos, el abastecimiento ético y las prácticas laborales de sus proveedores, y se están introduciendo requisitos similares en todos los países para abordar las iniciativas de sostenibilidad a escala mundial. Para adelantarse a los cambios normativos y a las expectativas de consumidores e inversores, las empresas se centran cada vez más en establecer estrategias sólidas de sostenibilidad de la cadena de suministro.
¿Qué es una estrategia de sostenibilidad de la cadena de suministro?
Una estrategia de sostenibilidad de la cadena de suministro es un enfoque estructurado y a largo plazo para minimizar el impacto medioambiental y social de las cadenas de suministro, al tiempo que se mantiene o incluso se mejora la eficiencia y la rentabilidad. La gestión de la cadena de suministro en materia de sostenibilidad integra buenas prácticas en los ámbitos del abastecimiento, la producción, la distribución y la gestión del fin de la vida útil de los productos para reducir la huella de carbono, preservar los recursos y garantizar prácticas laborales éticas.
Mientras que las iniciativas generales de sostenibilidad empresarial se centran en reducir la huella de carbono global de una empresa y ahondar en la responsabilidad social y la gobernanza ética, la sostenibilidad de la cadena de suministro se centra específicamente en el ciclo de vida de los bienes y servicios.
Esta estrategia sigue una progresión lógica a lo largo de la cadena de suministro, y cada fase ofrece oportunidades específicas para mejorar el desempeño medioambiental y social:
- Abastecimiento en fases previas: garantizar que las materias primas se obtienen de forma responsable y que los proveedores cumplen las normas medioambientales y éticas.
- Fabricación y operaciones: reducir las emisiones, los residuos y el consumo de energía durante la producción mediante la implantación de tecnologías más limpias y procesos más eficientes.
- Logística y distribución: optimizar el transporte, el almacenamiento y la entrega de último kilómetro para mejorar la eficiencia y reducir el impacto medioambiental.
- Gestión del fin de la vida útil: aplicar los principios de la economía circular mediante el reciclaje, la reutilización y la eliminación responsable de los productos para cerrar el ciclo de la sostenibilidad.
Las estrategias tradicionales de la cadena de suministro priorizan el coste, la eficiencia y la rapidez, a menudo en detrimento de la sostenibilidad. Las cadenas de suministro sostenibles, por el contrario, tratan de equilibrar la eficiencia con la responsabilidad medioambiental y social a largo plazo.
Una estrategia de sostenibilidad de la cadena de suministro bien aplicada no se limita al cumplimiento normativo y transforma activamente la cadena de suministro en un motor de prácticas responsables y de valor corporativo. Mejora la eficiencia al tiempo que aborda retos globales como la lucha contra el cambio climático y el trabajo forzoso, y el uso responsable de los recursos. Al integrar la sostenibilidad en la cadena de suministro, las empresas mitigan los riesgos y abren nuevas oportunidades de crecimiento para el éxito a largo plazo.
Pilares fundamentales de las estrategias de cadena de suministro sostenible
Una estrategia de cadena de suministro sostenible debe garantizar la responsabilidad medioambiental, el abastecimiento ético y la resiliencia operativa. Estos pilares fundamentales son la base de las estrategias de cadena de suministro sostenible.
Desempeño medioambiental y reducción de las emisiones
El desempeño medioambiental es un elemento fundamental de cualquier estrategia de cadena de suministro sostenible. Las empresas deben reducir el impacto medioambiental de las operaciones de la cadena de suministro en todas las etapas de la cadena de valor, desde la extracción de materias primas hasta la producción, la distribución y el fin de vida útil del producto.
Un objetivo fundamental es reducir las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI), lo que puede implicar el establecimiento de procesos de fabricación eficientes desde el punto de vista energético, la optimización de las rutas de transporte y la transición a vehículos eléctricos o con bajas emisiones. Los almacenes y centros de distribución también pueden integrar fuentes de energía renovables, como la solar o la eólica, para reducir aún más su huella de carbono.
Igualmente importante es la reducción de residuos y la conservación de los recursos. Estas estrategias suelen incluir prácticas de economía circular, como el uso de envases sostenibles, el abastecimiento de materiales reciclables o renovables y la implantación de sistemas de circuito cerrado para conservar el agua y minimizar el uso de materias primas. Estas medidas reducen el impacto medioambiental y contribuyen aún más a la eficiencia operativa a largo plazo.
Sostenibilidad de los proveedores e integración de las compras
Compras sostenibles significa que los proveedores deben cumplir normas éticas y medioambientales. Los equipos de compras desempeñan un papel crucial en la incorporación de criterios de sostenibilidad en la selección y gestión de proveedores.
Una estrategia eficaz de sostenibilidad de la cadena de suministro prioriza a los proveedores con firmes compromisos ESG, prácticas laborales éticas y certificaciones medioambientales, como FSC, Fair Trade o ISO 14001. Estos proveedores también pueden abastecerse de materiales más cercanos a los centros de producción para reducir las emisiones del transporte y apoyar unas cadenas de suministro circulares.
Una estrategia de sostenibilidad de la cadena de suministro debe evaluar periódicamente el cumplimiento de las normas de sostenibilidad por parte de los proveedores y exigir certificaciones de terceros. Así, se garantiza el respeto de las prácticas laborales éticas y los derechos humanos. Una estrategia de sostenibilidad también debe incluir la colaboración con los proveedores para mejorar su desempeño en sostenibilidad mediante formación, incentivos y financiación de la innovación.
Riesgo, resiliencia y gobernanza
La resiliencia, uno de los pilares fundamentales de una estrategia de cadena de suministro sostenible, requiere planes de contingencia, así como cambios estructurales que reduzcan la exposición a posibles interrupciones. La diversificación de los proveedores, el abastecimiento más cercano a los mercados clave y evitar la dependencia excesiva de regiones de alto riesgo contribuyen a la continuidad del suministro. Estas medidas ayudan a mejorar la agilidad operativa, al tiempo que se hallan en sintonía con los objetivos de sostenibilidad generales, reduciendo así la vulnerabilidad en toda la cadena de valor.
La gobernanza refuerza la resiliencia al garantizar que los esfuerzos en materia de sostenibilidad sean transparentes, aplicables y respondan a unas exigencias normativas en constante evolución. Una estrategia sólida debe tener en cuenta los marcos internacionales de ESG y los requisitos de información, como los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas o el Pacto Verde Europeo. La incorporación de la trazabilidad, el seguimiento del cumplimiento y la responsabilidad interna en las operaciones de la cadena de suministro garantiza que los compromisos se traduzcan en un desempeño continuo y mensurable.
Estrategias para la gestión de la cadena de suministro en materia de sostenibilidad
Una estrategia sólida de sostenibilidad de la cadena de suministro no solo se define por la visión, sino también por la acción. Para generar un impacto mensurable, las empresas deben incorporar prácticas específicas en las áreas medioambiental, social y de gobernanza. A continuación, presentamos estrategias probadas y viables para la gestión de la cadena de suministro en materia de sostenibilidad.
- Supervisar las emisiones de alcance 3: Las emisiones de alcance 3 representan aproximadamente el 70 % de todas las emisiones corporativas, por lo que las empresas deben medir y comunicar las emisiones indirectas a lo largo de la cadena de valor; es decir, aquellas relativas a sus proveedores, la logística y el uso de sus productos. De este modo, las empresas pueden identificar las áreas de mayor impacto y a adoptar medidas específicas para alcanzar el objetivo de cero emisiones netas.
- Evaluar el desempeño ESG de los proveedores: Utilice evaluaciones y fichas de evaluación normalizadas para comparar a sus proveedores en función de su impacto medioambiental y sus prácticas laborales y de ética. Esta información respalda la toma de decisiones informadas en materia de compras e instaura la rendición de cuentas en toda la red.
- Llevar a cabo actividades de diligencia debida en materia de derechos humanos: Establezca sistemas para identificar y abordar los riesgos relacionados con la esclavitud moderna, el trabajo forzoso y condiciones laborales inseguras. Este aspecto es especialmente importante cuando se abastece en regiones o sectores de alto riesgo.
- Integrar prácticas de compras sostenibles: Incorpore criterios ESG en sus políticas de compras, la incorporación de proveedores y las condiciones contractuales para garantizar que la sostenibilidad se tenga en cuenta en todas las decisiones de compra. Cuando se combinan con software de mapeo de la cadena de suministro, estas prácticas también mejoran la visibilidad del desempeño de los proveedores y la exposición al riesgo.
- Mejorar la transparencia y la trazabilidad: Evalúe la gestión de riesgos de la cadena de suministro en toda su red, también en lo que respecta a los proveedores de sus proveedores, para aumentar la visibilidad sobre las prácticas de abastecimiento, los flujos de materiales y las cuestiones de cumplimiento normativo. La transparencia genera confianza entre las partes interesadas y ayuda a garantizar la resiliencia frente a posibles interrupciones.
- Desarrolle la capacidad de sus proveedores mediante la colaboración: Refuerce el desempeño de sus proveedores mediante formación específica, planes de acciones correctivas y apoyo continuo. Aprovechar las plataformas digitales para realizar un seguimiento del progreso, comparar el desempeño e intercambiar buenas prácticas ayuda a ampliar el impacto y garantizar la armonización en toda la red de suministro.
- Verificar las declaraciones de sostenibilidad mediante auditorías: Recurra a auditorías de terceros y revisiones de la documentación para corroborar las declaraciones sobre cuestiones ESG y garantizar el cumplimiento de las normas de sostenibilidad. La verificación periódica ayuda a prevenir el lavado de imagen verde y protege la integridad de la marca.
- Reducir las emisiones y los residuos logísticos: Optimice los medios de transporte, consolide los envíos y adopte vehículos o combustibles con bajas emisiones. Estas medidas reducen la huella de carbono en las actividades de entrega y distribución y tienen un impacto sustancial en los esfuerzos de sostenibilidad.
- Diseño circular: Incorpore la reutilización, el reciclaje y la recuperación de materiales en el diseño de los productos y los envases. Las estrategias circulares reducen los residuos y la dependencia de los recursos, al tiempo que apoyan los objetivos medioambientales.
Medir el impacto e impulsar la rentabilidad de la inversión
Las empresas deben establecer y supervisar indicadores clave de rendimiento (KPI) para hacer un seguimiento de sus progresos hacia objetivos de sostenibilidad específicos. Estos informes de sostenibilidad pueden abarcar una amplia gama de factores ESG, como el seguimiento de la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero, los residuos desviados de los vertederos, el consumo de agua o el recurso a energías renovables. Las empresas recopilan y analizan datos relacionados con sus iniciativas de sostenibilidad para determinar el alcance de su impacto, como el ahorro de costes gracias a la eficiencia en el uso de los recursos, la reducción de las tasas de eliminación de residuos o el aumento de los ingresos procedentes de productos o prácticas sostenibles.
Las evaluaciones de RSE realizadas por terceros proporcionan una confirmación externa de los esfuerzos y los avances de una empresa en materia de sostenibilidad. Estas pueden incluir evaluaciones de sostenibilidad, certificaciones, normas, auditorías y verificaciones. Estas evaluaciones refuerzan la credibilidad y la transparencia, lo que proporciona a las partes interesadas y a los inversores una mayor confianza en las declaraciones de sostenibilidad de una empresa.
Numerosas empresas publican informes de sostenibilidad independientes para divulgar su desempeño, sus objetivos y sus avances en cuestiones ESG. Las empresas recurren cada vez más a plataformas avanzadas basadas en el tratamiento de datos para orientar estos esfuerzos, aprovechando la tecnología para realizar un seguimiento de los datos de sostenibilidad y generar fichas de evaluación e informes exhaustivos. Estas herramientas también facilitan el cumplimiento normativo y ayudan a las empresas a satisfacer unos requisitos de divulgación crecientes mediante la integración de los datos ESG en los documentos financieros y los informes oficiales.
Presiones cambiantes y tendencias futuras
La integración de prácticas sostenibles en las cadenas de suministro ya no es una preocupación minoritaria, sino un imperativo estratégico fundamental, impulsado por una confluencia de factores en un entorno global en rápida evolución. Los gobiernos a escala mundial están aplicando normativas medioambientales y sociales más estrictas, lo que indica una tendencia global a responsabilizar a las empresas de las prácticas de sostenibilidad en el seno de sus cadenas de valor.
Los consumidores también son cada vez más conscientes del impacto social y medioambiental de los productos que compran. La preferencia por productos y prácticas sostenibles ejerce presión sobre las empresas para que impulsen principios ecológicos en el seno de sus cadenas de suministro. La presión de los inversores ha aumentado un 25 % en cinco años y se ha convertido en el motor de crecimiento más rápido de las iniciativas de sostenibilidad, lo que pone de relieve un cambio fundamental en el panorama de las inversiones, en el que los factores ESG se reconocen cada vez más como elementos importantes para el desempeño financiero y la creación de valor a largo plazo.
Además, la tecnología se está armonizando para impulsar estrategias de sostenibilidad más sólidas. Las herramientas digitales pueden ayudar a identificar oportunidades para reducir las emisiones y los residuos, mientras que la inteligencia artificial puede optimizar la logística, las decisiones de abastecimiento y la gestión de los recursos para mejorar tanto la eficiencia como la sostenibilidad. Por otra parte, la tecnología de blockchain puede ampliar la transparencia y la trazabilidad de la cadena de suministro, lo que permite un mejor seguimiento del desempeño medioambiental y social en redes complejas.
Cómo empezar a establecer una estrategia de sostenibilidad de la cadena de suministro
El primer paso para establecer una estrategia de sostenibilidad de la cadena de suministro es adquirir visibilidad sobre la red en su conjunto. Aunque numerosas empresas se centran principalmente en los proveedores directos, los riesgos ESG suelen encontrarse en eslabones más lejanos de la cadena de valor. Un mapeo eficaz de la cadena de suministro permite identificar a todas las partes interesadas pertinentes, desde la extracción de materias primas hasta su uso final, y brinda visibilidad sobre los procesos, los insumos y las relaciones que configuran el desempeño medioambiental y social.
Una vez mapeada la cadena de suministro, el siguiente paso es identificar y priorizar los riesgos y oportunidades ESG más significativos. El establecimiento de bases de referencia claras para las métricas medioambientales y sociales clave permite a las organizaciones medir el progreso a lo largo del tiempo y evaluar el impacto de sus iniciativas. La armonización con marcos de sostenibilidad reconocidos, como el GHG Protocol y las normas ISO, garantiza la coherencia y la credibilidad. A medida que las exigencias normativas siguen evolucionando, es fundamental adoptar un enfoque proactivo en materia de cumplimiento para establecer una estrategia a largo plazo y mitigar los riesgos.
La tecnología desempeña un papel fundamental en este proceso. Las soluciones de evaluación de riesgos de sostenibilidad ayudan a las empresas a evaluar el desempeño de sus proveedores, comparar los criterios ESG y someter las mejoras a seguimiento a lo largo del tiempo. Implicar a los proveedores mediante evaluaciones estructuradas, programas de formación y el establecimiento de objetivos colaborativos es esencial para impulsar mejoras en materia de sostenibilidad en toda la cadena de suministro.