Ley canadiense de responsabilidad en materia de cero emisiones netas (Ley C-12)

La ley de Ottawa fija hitos claros para la política climática, formalizando así el compromiso de Canadá de lograr las cero emisiones netas en 2050 y estableciendo objetivos más a corto plazo para 2026 y 2030. La ley exige al Gobierno que elabore planes para alcanzar cada uno de sus objetivos e informe de sus progresos.

Aunque la ley no esboza expresamente la responsabilidad del sector privado del país, esta transición hacia las cero emisiones netas exigirá que muchas de las empresas canadienses se replanteen fundamentalmente sus modelos de negocio para reducir sus emisiones de carbono y desviar sus recursos hacia opciones más ecológicas.