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Gestión de riesgos de la cadena de suministro: La función de los programas de compras sostenibles y de diligencia debida sobre criterios ESG

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Las cadenas de suministro son cada vez más complejas y están crecientemente interconectadas en el mercado mundial. Aunque esta interdependencia conlleva el potencial de establecer una mayor rentabilidad y escalabilidad, al mismo tiempo expone a las empresas a una serie de riesgos que pueden perturbar sus operaciones, socavar su rentabilidad, erosionar la confianza de las partes interesadas y empañar la credibilidad corporativa. La gestión tradicional de riesgos de la cadena de suministro se centra en identificar y evitar los riesgos financieros, operativos y geopolíticos. Sin embargo, el creciente énfasis en la sostenibilidad y la responsabilidad social empresarial (RSE) ha alterado fundamentalmente las estrategias de evaluación y mitigación de riesgos. Las empresas deben ahora abordar de forma proactiva los riesgos ESG para garantizar el cumplimiento normativo y el abastecimiento ético, y mejorar la sostenibilidad a largo plazo.

En lugar de abordar los criterios ESG de forma aislada, las empresas están empezando a integrar las compras sostenibles y la diligencia debida sobre criterios ESG directamente en sus estrategias de gestión de riesgos de la cadena de suministro. Este cambio muestra que las empresas están dispuestas a establecer cadenas de suministro más transparentes, responsables y resilientes a largo plazo. Mediante la integración de los principios ESG, las empresas pueden identificar vulnerabilidades, forjar asociaciones más sólidas con proveedores éticos y preparar sus operaciones para el futuro frente a los crecientes desafíos medioambientales y sociales.

¿En qué consiste la gestión de riesgos de la cadena de suministro?

La gestión de riesgos de la cadena de suministro es un enfoque estructurado para anticipar y mitigar las vulnerabilidades e interrupciones de la cadena de suministro. Los recientes hallazgos del Informe sobre la resiliencia de las cadenas de suministro de 2024 de BCI refuerzan la necesidad de un enfoque intencional y estratégico de la gestión de riesgos de la cadena de suministro. El informe puso de manifiesto que casi el 80 % de las empresas registraron interrupciones en la cadena de suministro durante el año pasado, lo que supone un aumento considerable con respecto a 2023. El informe sugiere además que los fallos de terceros siguen siendo la causa principal de estas interrupciones, lo que pone de relieve la necesidad de un marco sólido de gestión de riesgos para ayudar a garantizar la continuidad y la resiliencia de las empresas.

Definición de la gestión de riesgos de la cadena de suministro

La gestión de riesgos de la cadena de suministro es el proceso estratégico consistente en identificar y abordar las vulnerabilidades que podrían comprometer la estabilidad de la cadena de suministro; en otras palabras, adelantarse a las interrupciones para evitar que se produzcan. Este ejercicio abarca la supervisión de la fiabilidad de los proveedores, los cambios normativos, los conflictos geopolíticos y el impacto medioambiental para proteger mejor a una empresa frente a posibles amenazas e interrupciones.

Una gestión eficaz de los riesgos de la cadena de suministro debe tener en cuenta la cadena de suministro ampliada, en la que se incluyen los proveedores externos, para garantizar una mitigación integral de los riesgos. A través de una mayor visibilidad sobre los proveedores en etapas previas, las organizaciones pueden detectar las vulnerabilidades con mayor eficacia, favorecer el cumplimiento normativo y establecer controles de riesgos que eviten que las interrupciones se propaguen a toda la cadena de suministro.

Importancia de la gestión de riesgos de la cadena de suministro para las empresas

En el panorama internacional actual, ya no es viable un enfoque basado únicamente en la respuesta a incidentes al riesgo en la cadena de suministro. A medida que las cadenas de suministro se han vuelto más complejas y abarcan diversas partes del mundo, el potencial de que se produzcan problemas se ha multiplicado. Una sola interrupción, ya sea como consecuencia del incumplimiento de los requisitos normativos aplicables a las cadenas de suministro o de la falta de visibilidad de las prácticas medioambientales y sociales de los proveedores, puede desestabilizar las operaciones y tardar años en subsanarse. Las empresas que priorizan la visibilidad y la mitigación de riesgos obtienen una ventaja crítica, ya que pueden adaptarse rápidamente a pesar de la incertidumbre y mantener la continuidad del negocio en condiciones disruptivas.

Más allá de la protección frente a las interrupciones, la gestión de riesgos de la cadena de suministro impulsa la eficiencia, el cumplimiento normativo y la sostenibilidad. Las empresas conscientes de los riesgos pueden identificar las ineficiencias, eliminar los residuos y exigir a sus proveedores que rindan cuentas con miras a establecer cadenas de suministro más resilientes y responsables. Además, a medida que aumenta el escrutinio sobre la responsabilidad corporativa, las empresas que integran las compras éticas y la sostenibilidad en sus marcos de gestión de riesgos pueden reducir su exposición a riesgos normativos, mejorar su reputación de marca y asegurar asociaciones más sólidas con inversores y clientes que prioricen prácticas empresariales responsables.

Comprender los riesgos de la cadena de suministro

Las cadenas de suministro son intrínsecamente vulnerables a diversos riesgos, algunos predecibles y otros imposibles de anticipar. Si bien las empresas pueden identificar y abordar riesgos potenciales como la inestabilidad de los proveedores o los cambios normativos, los acontecimientos inesperados como las catástrofes naturales, las pandemias y los ciberataques pueden causar estragos incluso en las empresas mejor preparadas. La capacidad de evaluar, supervisar y mitigar los riesgos antes de que se agraven es lo que diferencia a las cadenas de suministro resilientes de las que tienen dificultades para recuperarse.

Comprender los riesgos más importantes en la gestión de la cadena de suministro permite a las empresas adoptar un enfoque proactivo en lugar de reaccionar a las crisis a medida que surjan. A continuación se presentan algunos factores de riesgo fundamentales para los que las empresas deben prepararse en un mercado actual caracterizado por la volatilidad.

Riesgos operativos 

Los problemas operativos cotidianos pueden causar retrasos en la producción y sobrecostes, incluso en condiciones estables. Los riesgos en esta categoría incluyen:

  • Escasez e indisponibilidad puntual de mano de obra: las huelgas, una elevada rotación y la falta de talento pueden afectar a la capacidad de producción y a los plazos de entrega.
  • Fallos en los equipos y las infraestructuras: las averías inesperadas de la maquinaria, las interrupciones del sistema informático o los fallos logísticos pueden paralizar las operaciones.
  • Desequilibrios entre la oferta y la demanda: unas previsiones erróneas o los cambios repentinos en la demanda provocan un exceso de inventario o escasez de existencias, lo que afecta tanto a los costes como a los niveles de servicio.

Estrategias de mitigación: las empresas pueden reducir las vulnerabilidades operativas y mantener la continuidad del negocio ampliando la visibilidad sobre su cadena de suministro, invirtiendo en soluciones de automatización y diversificando las estrategias de compras.

Riesgos financieros

La dificultad para predecir el comportamiento de los mercados mundiales y de los consumidores afecta directamente a los costes y la rentabilidad de la cadena de suministro. Entre los riesgos financieros más comunes se encuentran:

  • Fluctuaciones monetarias e inflación: la volatilidad de los tipos de cambio puede aumentar los costes de las compras y alterar los contratos con los proveedores.
  • Limitaciones de liquidez y capital: una mala gestión del flujo de caja dificulta el pago puntual a los proveedores, lo que tensa las relaciones y puede ralentizar el movimiento de insumos fundamentales.
  • Volatilidad de la demanda: los cambios en la demanda de los consumidores pueden conducir rápidamente a una sobreproducción o a una producción insuficiente, lo que genera desequilibrios de existencias difíciles de remediar.

Estrategias de mitigación: Las empresas que establecen planes financieros integrales que incluyen medidas de mitigación de riesgos y modelos de compras flexibles pueden gestionar mejor estos riesgos y fomentar la estabilidad de la cadena de suministro.

Riesgos geopolíticos y normativos

Los cambios normativos, los conflictos geopolíticos y la evolución de los requisitos normativos sobre criterios ESG suponen riesgos sustanciales para la estabilidad de la cadena de suministro. Las restricciones comerciales, las sanciones económicas y los cambios en las alianzas políticas pueden perturbar las compras y aumentar los costes, mientras que una normativa mundial crecientemente estricta en materia de prácticas medioambientales y laborales exige una supervisión más exhaustiva de los proveedores. Las empresas que no se anticipan y se adaptan a estos cambios corren el riesgo de sufrir escasez de suministros, mayores gastos operativos y una credibilidad debilitada ante inversores, autoridades y clientes.

Diversos Gobiernos a escala mundial están promulgando una legislación laboral y de sostenibilidad más estricta, que exige a las empresas que evalúen el cumplimiento de las normas ESG por parte de los proveedores. Textos como la Directiva sobre diligencia debida de las empresas en materia de sostenibilidad (CSDDD) y la Ley de Diligencia Debida en la Cadena de Suministro de Alemania (LkSG) obligan legalmente a las empresas a controlar las emisiones, el uso de recursos, el abastecimiento ético y las prácticas laborales de sus proveedores. El incumplimiento de estos requisitos normativos puede dar lugar a sanciones, interrupciones en la cadena de suministro y pérdida de confianza de los inversores.

Estrategias de mitigación: Las empresas pueden sortear la incertidumbre geopolítica y normativa estableciendo redes de proveedores diversificadas, negociando contratos flexibles y realizando auditorías de cumplimiento continuas de sus proveedores. Aprovechar soluciones de evaluación de riesgos de sostenibilidad ofrece a las empresas una mayor visibilidad sobre el desempeño en sostenibilidad de sus proveedores, lo que permite una identificación de riesgos más inteligente, evaluaciones personalizadas y planes de acción a medida. Reforzar la rendición de cuentas de los proveedores a través de programas de supervisión continua y acciones correctivas ayuda a las empresas a mitigar los riesgos a largo plazo y avanzar hacia cadenas de suministro más resilientes y ecológicas.

Riesgos de ciberseguridad

Como consecuencia de la transformación digital, las cadenas de suministro están ahora más expuestas a los riesgos cibernéticos, que pueden amenazar la eficiencia de las operaciones, la integridad de los datos y las funciones empresariales. Los hackers atacan las plataformas logísticas, las bases de datos de los proveedores y los sistemas de inventario, lo que da lugar a ataques de ransomware, violaciones de datos e interrupciones de las operaciones. Esta amenaza se ve agravada por el hecho de que muchos socios de la cadena de suministro carecen de salvaguardias suficientes en materia de ciberseguridad, lo que favorece la existencia de puntos de entrada que los ciberdelincuentes utilizan para acceder y comprometer redes enteras.

Estrategias de mitigación: La ciberseguridad no debe ser una preocupación secundaria en la gestión de la cadena de suministro, sino un elemento esencial. En particular, implica exigir a los proveedores que cumplan requisitos de seguridad normalizados, realizar evaluaciones periódicas de vulnerabilidades y adoptar medidas proactivas de detección de amenazas.

Catástrofes naturales y riesgos climáticos

Las perturbaciones relacionadas con los fenómenos climáticos siguen aumentando, lo que eleva los costes y pone a prueba las cadenas de suministro mundiales. Los fenómenos meteorológicos extremos, desde huracanes hasta incendios forestales, pueden dañar las infraestructuras, paralizar la producción y cortar rutas de transporte fundamentales. Al mismo tiempo, el endurecimiento de las normativas medioambientales está obligando a las empresas a reevaluar sus políticas de emisiones, métodos de transporte y compromisos de sostenibilidad.

Estrategias de mitigación: Las empresas que no se adapten a esta realidad se arriesgan a afrontar la escasez de suministros, el aumento de los gastos operativos y el incumplimiento normativo. Por el contrario, las empresas que diversifiquen las regiones de las que proceden sus proveedores, inviertan en logística sostenible e integren medidas de adaptación climática en la planificación de riesgos gozarán de una posición privilegiada para hacer frente a los retos actuales.

Estrategias para gestionar los riesgos de la cadena de suministro

La diligencia debida en materia de sostenibilidad es un proceso estructurado que ayuda a las empresas a identificar, evaluar y gestionar los riesgos medioambientales, sociales y de gobernanza en sus cadenas de suministro. A medida que las legislaciones a escala mundial como la CSDDD y la LkSG endurecen las expectativas de cumplimiento, las empresas deben integrar los derechos humanos y las preocupaciones medioambientales en sus estrategias globales de su cadena de suministro para garantizar la rendición de cuentas y la eficiencia operativa.

Desarrollo de un marco de diligencia debida en la cadena de suministro

Un marco sólido de diligencia debida en materia de sostenibilidad proporciona una metodología clara para evaluar el desempeño en sostenibilidad de los proveedores, priorizar las medidas correctivas e impulsar mejoras cuantificables. Los modelos líderes hacen hincapié en la supervisión continua, la segmentación basada en el riesgo y el establecimiento de planes de acciones correctivas para garantizar que los socios que integran su cadena de suministro cumplan las normas medioambientales, sociales y de gobernanza. Este proceso sigue cuatro pasos clave: identificación y priorización de riesgos, evaluación del desempeño de los proveedores, programas de mejora específicos y reportes transparentes.

Identificación y evaluación de riesgos de sostenibilidad

La evaluación de los riesgos ESG es esencial para integrar la sostenibilidad en la gestión de riesgos de la cadena de suministro. Las empresas deben identificar las vulnerabilidades en su base de proveedores, sus operaciones y el ciclo de vida de sus productos para garantizar el cumplimiento de los requisitos normativos y los objetivos de sostenibilidad corporativa. Este proceso no solo abarca los proveedores directos, sino que, a menudo, permite descubrir riesgos ocultos más allá de los proveedores de primer nivel, donde la supervisión es limitada, pero la exposición a retos medioambientales y sociales es elevada.

Esta falta de supervisión se está volviendo cada vez más preocupante. Los resultados de la última Encuesta sobre líderes de las cadenas de suministro globales de McKinsey puso de manifiesto que, mientras que el 60 % de los líderes de las cadenas de suministro aseguran la transparencia de sus proveedores de primer nivel, solo el 30 % afirmaba tener visibilidad sobre los proveedores a partir del segundo nivel, lo que supone una disminución del 26 % con respecto a 2022. Dado que numerosos riesgos ESG ―en particular las prácticas laborales poco éticas, el incumplimiento de la normativa medioambiental y la explotación de recurso― a menudo se producen en eslabones más alejados de la cadena de suministro, esta brecha deja a las empresas expuestas a incumplimientos e interrupciones operativas. Ampliar las evaluaciones de riesgos más allá de los proveedores principales es esencial para mitigar estos riesgos y garantizar la resiliencia de la cadena de suministro a largo plazo.

Una evaluación holística de los riesgos de sostenibilidad debe tener en cuenta numerosos factores, como las emisiones de carbono, el consumo de recursos, las condiciones laborales y las prácticas comerciales éticas. Las empresas deben realizar auditorías de proveedores, comparativas sectoriales y análisis de datos para garantizar una mitigación eficaz de los riesgos con miras a identificar las vulnerabilidades y priorizar los riesgos más acuciantes. Esto debe incluir:

  • Categorización y mapeo de riesgos: utilizar mapas de riesgos ESG para identificar proveedores y regiones de alto riesgo, lo que permite estrategias de mitigación proactivas.
  • Análisis de impacto y supervisión del cumplimiento: evaluar el riesgo ESG en relación con los requisitos normativos, la exposición financiera y las expectativas de las partes interesadas para fundamentar medidas y esfuerzos de subsanación específicos.

Integrando la identificación de riesgos ESG en los flujos de trabajo de compras, las empresas pueden abordar de forma proactiva el cumplimiento normativo, salvaguardar su reputación y reforzar su estabilidad operativa. Sin embargo, la identificación de los riesgos ESG es solo el primer paso: las empresas deben adoptar medidas de mitigación específicas, como planes de acciones correctivas, programas de desarrollo de capacidades de los proveedores y llevar a cabo un seguimiento continuo para impulsar mejoras cuantificables y reforzar la sostenibilidad de la cadena de suministro.

Buenas prácticas para la gestión de riesgos de la cadena de suministro

Una estrategia exitosa de gestión de riesgos de sostenibilidad requiere un compromiso activo, una supervisión estructurada y la mejora continua. Integrar la sostenibilidad en la gestión de la cadena de suministro refuerza la resiliencia y la credibilidad ante las partes interesadas, al tiempo que permite a las empresas situarse en una posición privilegiada para obtener una ventaja competitiva a largo plazo.

Aplicando estas buenas prácticas, las empresas refuerzan una cadena de suministro más responsable desde el punto de vista ético y mejor preparada para el futuro:

  • Utilizar marcos establecidos: adoptar normas de sostenibilidad reconocidas internacionalmente, como la Guía de Debida Diligencia de la OCDE, la norma ISO 31000 o el Pacto Mundial de la ONU para garantizar la coherencia y la credibilidad en las evaluaciones de sostenibilidad.
  • Asegurar el compromiso de los líderes: incorporar la sostenibilidad en la gobernanza corporativa para priorizar la gestión de riesgos ESG en todos los departamentos e impulsar las políticas de compras y las decisiones de inversión.
  • Priorizar a los proveedores de alto riesgo: centrar los esfuerzos de gestión de riesgos donde más se necesitan mediante la identificación de proveedores de alto riesgo, la evaluación de su madurez en sostenibilidad y la armonización de las estrategias de compromiso en consecuencia. La estrecha colaboración entre los equipos de compras y de gestión de riesgos garantiza que los objetivos de sostenibilidad sean realistas y alcanzables.
  • Aplicar un enfoque pragmático al riesgo: reconocer que los proveedores varían en su capacidad para cumplir los objetivos de sostenibilidad. Un enfoque flexible, que incluya evaluaciones alternativas, planes de cumplimiento por fases y apoyo específico, ayuda a los proveedores a avanzar hacia los objetivos medioambientales, sociales y de gobernanza al tiempo que mantiene la continuidad del negocio y reduce las emisiones generales de la cadena de suministro.
  • Implicar a los proveedores y a las partes interesadas: fomentar la colaboración estableciendo expectativas claras de sostenibilidad, proporcionando formación específica e implantando planes de acciones correctivas estructurados. La participación transparente refuerza el cumplimiento y permite entablar asociaciones responsables a largo plazo.
  • Impulsar la mejora continua: establecer un enfoque dinámico de gestión de riesgos mediante la supervisión continua del desempeño en sostenibilidad, el análisis de las métricas de impacto y el perfeccionamiento de las estrategias para garantizar el cumplimiento de una normativa cambiante, los objetivos de sostenibilidad y los riesgos emergentes.
  • Rendición de cuentas y reportes exhaustivos: implantar mecanismos estructurados de presentación de reportes ESG para hacer un seguimiento del progreso, verificar el cumplimiento y mejorar la credibilidad ante inversores, clientes y autoridades.

Aprovechar la tecnología para la gestión de riesgos de la cadena de suministro

Las cadenas de suministro modernas generan grandes cantidades de datos, pero sin la tecnología adecuada, es casi imposible capturarlos, normalizarlos y actuar sobre ellos de forma eficaz. El desafío se ve agravado por la dificultad de implicar a los proveedores en múltiples niveles y geografías, ya que los diferentes formatos de datos, normas de información y expectativas de las autoridades crean brechas en la visibilidad.

Sin embargo, los avances en las herramientas digitales permiten ahora a las empresas aumentar la visibilidad, automatizar el control del cumplimiento normativo y escanear documentos de dominio público para identificar posibles riesgos. Estas capacidades son esenciales para priorizar y orientar los pasos clave en el marco de la diligencia debida de la cadena de suministro, como la realización de evaluaciones específicas para verificar los niveles de riesgo, la evaluación comparativa del desempeño de los proveedores y la aplicación de estrategias de compromiso para mejorar las prácticas o reducir las emisiones de carbono.

Para salvar estas brechas, las empresas utilizan cada vez más soluciones tecnológicas avanzadas a fin de mejorar la visibilidad de la cadena de suministro y permitir planes de gestión de riesgos proactivos:

  • Inteligencia artificial (IA) y análisis predictivo: los modelos basados en la IA analizan datos históricos, identifican patrones de riesgo y predicen posibles interrupciones. Esta información permite a las empresas anticiparse a los desafíos y desarrollar estrategias de mitigación adecuadas.
  • Blockchain para mejorar la transparencia de la cadena de suministro: los libros de contabilidad descentralizados crean registros de operaciones imposibles de manipular, lo que permite la trazabilidad y reduce los riesgos de fraude en las redes de proveedores. La blockchain impulsa la rendición de cuentas al garantizar un seguimiento del cumplimiento normativo preciso, auditable y en tiempo real.
  • El Internet de las cosas (IoT) y la identificación por radiofrecuencia (RFID): los sensores del IoT y la tecnología de identificación por radiofrecuencia (RFID) mejoran la visibilidad y la seguridad de la cadena de suministro al permitir el seguimiento de los envíos en tiempo real, la supervisión de las condiciones de almacenamiento y la verificación de la integridad de los productos. La RFID garantiza una autenticación precisa del inventario, mientras que el IoT detecta cambios de temperatura, desviaciones de ruta y retrasos, lo que permite a las empresas mitigar las interrupciones y los riesgos de cumplimiento de forma proactiva.
  • Plataformas de gestión de riesgos basadas en la nube: las plataformas centralizadas integran datos de proveedores, intermediarios logísticos y herramientas de evaluación de riesgos de terceros, lo que permite a las empresas agilizar la identificación de riesgos, automatizar la presentación de reportes y mejorar la toma de decisiones.

Al adoptar una gestión de riesgos impulsada por la tecnología, las empresas obtienen la visibilidad necesaria para priorizar la implicación de los proveedores y orientar los siguientes pasos en el proceso de diligencia debida. Estos avances mejoran la agilidad para responder a las interrupciones, refuerzan la responsabilidad de los proveedores y garantizan el cumplimiento de unas normativas ESG cambiantes.

El papel de la diligencia debida en materia de sostenibilidad en la gestión de riesgos de la cadena de suministro

La gestión eficaz de los riesgos de la cadena de suministro requiere un enfoque estructurado y con visión de futuro que integre la sostenibilidad en la supervisión de los proveedores. Las empresas deben ir más allá del cumplimiento superficial para identificar, evaluar y mitigar activamente los riesgos ESG en sus redes globales. Mediante la incorporación de la debida diligencia en sostenibilidad en los marcos de gestión de riesgos, las empresas pueden garantizar la conformidad con la normativa, reforzar la rendición de cuentas de los proveedores e impulsar la resiliencia a largo plazo.

EcoVadis ofrece una solución integral y escalable para integrar la sostenibilidad en la gestión de riesgos de la cadena de suministro. Su Sustainability Intelligence Suite permite a las empresas evaluar los riesgos de los proveedores, aplicar medidas correctivas y generar información para cumplir con confianza las legislaciones a escala mundial.

  • Identificación automatizada de riesgos: IQ Plus ofrece una evaluación rápida y sin contacto de los riesgos de sostenibilidad, lo que permite a las empresas priorizar a los proveedores de alto riesgo sin añadir una carga innecesaria.
  • Evaluaciones inteligentes con información verificada: las evaluaciones basadas en la IA y las fichas de evaluación verificadas por analistas incrementan la transparencia, que se respalda con datos sobre el desempeño en sostenibilidad de los proveedores.
  • Mejora guiada de los proveedores: los planes de acción personalizados y los recursos de aprendizaje virtual permiten a los proveedores lograr un progreso mensurable en sus iniciativas ESG.
  • Reportes listos para cumplir las obligaciones de información: informes preconfigurados y paneles de control personalizables para la supervisión de áreas fundamentales, como los riesgos de esclavitud moderna o las emisiones de carbono, así como para simplificar el cumplimiento de normativas como la CSRD y la CSDDD de la UE, la LkSG de Alemania, y las leyes de esclavitud moderna y otros requisitos a escala mundial.

Al aprovechar las soluciones de EcoVadis, las empresas obtienen la visibilidad, la información y las herramientas necesarias para convertir la gestión de riesgos de los proveedores en una ventaja competitiva mediante el establecimiento de cadenas de suministro más sólidas, responsables y preparadas para el futuro.

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